🦈 Como criar peces exóticos 🦈 : ▷ Domina su eco cuidado

Existen más de 28000 especies asentadas en distintos ecosistemas del planeta tierra. De hecho, algunos de los entornos donde viven son las altas montañas, lagunas, grandes profundidades de los océanos, arroyos, lagos, estanques, entre otros.

Estos seres vivos se han adaptado a su entorno y han desarrollado características muy distintas. En otras palabras, existen especies de diversos tamaños, colores, formas, etc.

A grandes rasgos, los peces se pueden clasificar en dos categorías: los agnatos (no tienen mandíbula) y los gnatóstomos (poseen una).

Ejemplos de pescados sin maxilar son las lampreas y mixinos, mientras que algunas especies que gozan de esta pieza son los tiburones. Además, dentro de esta categoría existen otros dos subgrupos: los peces que no cuentan con esqueleto formado por cartílagos (cerca de 900 especies) y los que disponen de uno compuesto por huesos (alrededor de 27000 ejemplares).

Quizás no lo sepas, pero cuando se acaba de montar un vivero: la primera cosa que debes realizar, antes de introducir los peces, es un ciclado para que no peligre su vida. Se trata de un proceso que permite la filtración biológica del acuario. En otras palabras, las peceras recién montadas no disponen de suficientes bacterias en el agua para que descompongan los desechos orgánicos (como restos alimenticios, excrementos, etc.), Por lo que este proceso es bastante importante para que los peces vivan bien.

En resumen, los residuos biológicos que se generan en el acuario se transforman en amoniaco, las bacterias nitrosomas convierten el amoniaco en nitritos, las bacterias nitrobacter transmutan los nitritos en nitratos. Las plantas absorben los nitratos y las bacterias desnitrificantes devuelven el nitrato a la atmosfera en forma de nitrógeno. Por este motivo, hay que ciclar una pecera antes de introducirlos.

Existen tres maneras de realizar un ciclado:

• Esperar alrededor de 1-1.5 meses después de haber montado el vivero. Este método consiste en llenar el acuario de agua, poner en funcionamiento el filtro, introduces la grava, decoración, plantas naturales, calentador, etc. Y echas comida una vez a la semana para acelerar el proceso. Es decir, montas el acuario sin meterlos aún. Pasado este tiempo, ya puedes introducirlos.
• Otra forma de ciclar más rápido una pecera es rellenar material filtrante de otro acuario ya montado y madurado.
• La tercera es introducir bacterias compradas en un establecimiento. Este procedimiento no es muy aconsejable.

Lo idóneo es que, incluso después de haber hecho alguno de los tres métodos o varios a la vez, es que midas ante todo los parámetros del agua para asegurarte de que el vivero se ha ciclado. Así que compra tests de nitritos y mide su estado.

Antes de efectuar el transporte, haz varias sustituciones de agua previas a la mudanza.  Cambia alrededor de un 20%, cada jornada durante cinco días a priori del trasporte.

No des alimentos a tus peces 24 horas antes del traslado, ya que estos podrían realizar sus necesidades durante el desplazamiento y ensuciar el agua. Pero no te preocupes, pues pueden sobrevivir una semana sin comida.

Empaqueta a tus mascotas justo en el momento de salida.

Utiliza un acuario portátil o una bolsa de plástico para su transporte. Llena el recipiente con agua de la propia pecera, nunca del grifo o de botella. Intenta que los peces vayan en un lugar oscuro o con poca luz. Así evitarás que se estresen y tengan un viaje tranquilo. Guarda en otro recipiente las plantas acuáticas, decoración, material filtrante, etc.

Deberás evitar una variación de la temperatura superior a los 10ºC.

El transporte de peces es un momento sensible para su existencia.

Pues si lo ejecutas bien, puedes conseguir que tus mascotas no mueran en el proceso. Por lo que evita cualquier tipo de viaje innecesario. A menudo, estos seres exóticos no suelen aguantar trayectos superiores a 48 horas.

Lo primero que tienes que hacer antes de introducir los peces es comprobar los parámetros del agua y que sean correctos, como pH, temperatura, nitritos, etc. Apaga la luz del acuario, mete la bolsa de los peces cerrada y espera entre 15-20 minutos. Abre la parte superior del saquito y sujétalo a la pecera con pinzas para que no se mueva. Añade cada dos minutos un poco de agua de la pecera (alrededor de 50 mililitros) en la bolsita hasta duplicar el agua que había al principio. Libera los peces en la pecera con una red. No sueltes el agua de la bolsa directamente en el acuario, ya que podría tener elementos perjudiciales para el resto de habitantes acuáticos. No los alimentes durante las próximas cuatro horas.

Primero limpia los cristales con algún utensilio destinado a este propósito. Por ejemplo, existen útiles magnéticos para acuarios. La fuerza del imán hace que el cepillo de limpieza interno siga al mango externo.

Puedes utilizar un acondicionador para el agua.

Sifona el acuario y aspira el material orgánico que se encuentra entre la grava. Lo ideal es realizar este procedimiento cada 15 días, alternando una semana si, otra no, para no perder la filtración biológica. No saques más del 20% del agua total. Calcula el máximo de los litros que puedes sacar dependiendo de la capacidad que tenga el vivero.

Lo ideal es acondicionarlo una vez al mes y que no coincida nunca con el sifonado porque puedes perder la filtración biológica y poner en peligro la vida de tus mascotas. Por este motivo, es importante efectuar esta limpieza en la semana que no coincida con el saneamiento de la grava.

El filtro debes limpiarlo con agua procedente del tanque. Nunca del grifo o destilada. Desenchufa el aparato y dependiendo de si tu filtro es mecánico, químico o biológico debes limpiar la esponja, almohadilla, carcasa o tubos.

Dañarás todo el ciclo orgánico del acuario y perder las bacterias beneficias, que realizan la descomposición de los restos biológicos que se generan en tu pecera. Por eso lo ideal es hacer cambios de agua semanales que no superen el 20%.